domingo, 17 de enero de 2016

¡¡Cuidado con la mierda!!

Hay algo muy importante a considerar si queremos forrajear nuestras calles y barrios, y es la contaminación por culpa de los desechos orgánicos de gatos y perros.
En Santiago existen muchas malezas comestibles, de las cuales les hablaré en las próximas entradas, pero al cosecharlas han de tener cuidado pues podrían estar sucias con mierda.

Este es mi perro, se llama Roko y gusta de escaparse para cagar en los jardínes vecinos. Eso es algo que trato de evitar por respeto a mis vecinos, pero a veces simplemente escapa sin que uno se de cuenta.

Ahora bien, algunos animales, en especial los carnívoros como son los perros y gatos, no hacen sus necesidades por doquier. Por lo menos no los perros callejeros o los gatos que se pasean por el barrio.

En el caso de los perros, estos gustan de cagar en sitios a la vista. Es por eso que si se fijan, las piedras de gran tamaño, los tocones y objetos mas o menos a 20 o 30 cm de altura en las calles suelen estar coronados con un mojón de perro. La razón de ser de esto es que le deja en claro a otros perros que ese es territorio ocupado y, además, revela el estado de salud del mismo, su edad, si tiene intenciones de aparearse, etc. Es una tarjeta de presentación.


Los gatos, en cambio, suelen enterrar su mierda, por lo cuál no suelen cagar en terrenos compactados, donde es más difícil cavar, si no que aprovechan lugares donde la tierra esté suelta y mullida.

En lo que respecta al meado, es más difícil determinar donde lo han hecho estos animales. Suelen usar sectores de 20 o 30 cm de altura para hacerlo adyacentes a muros, arbustos, árboles, etc, entonces lo que yo recomiendo es cosechar hierbas que sobrepasen la altura estipulada o que no crezcan en sitios así. Si ves un diente de león creciendo en medio del pasto, lejos de un arbusto, pared, etc entonces puedes comerlo ;) De todas formas lávalo, nunca se sabe.

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